jueves, 19 de septiembre de 2013

Apura la pata antes que la patata (Matxicots II)

Parada y fonda en cabanya de Caçadors. Toca sentarse y vaciar las piedrecillas con las que mis píes, desde dentro del calcetín eternamente húmedo, han ido flirteando los últimos kilómetros. Ahora te coloco delante, ahora entre los dedos...no molestes más de lo justo. Toca también comer algo sólido pués queda turrón aún y las horas de calor. Y todo aprovechando el ánimo de los que se acercan a preguntar que tal vas. Como discutidos, Marco y yo nos vamos de punta a punta de la sala pero estamos en comunicación visual todo el rato. Cocacola, macarrones, algo de fruta y hago ese gesto clásico de inclinar la cabeza hacia la puerta mumurando un "vamos, al tajo". Vamos segundo y tercero. El primero nos lleva casi media hora y acaba de entrar el cuarto. Aquí ya no hacemos nada...


La subida a Rodes es cabroncilla y es con la barriga llena. Ritmo. Ritmo. Ritmo. Pero veo que él mio es más rápido que el de Jordi Marco. No importa, hay que volver a ajustar la maquinaria del equipo. Yo no aflojo porque voy cómodo, pero tampoco aprieto. Mi compañero se queda y decido esperar arriba, en el pueblo.
En el plano trás la subida camino despacio y cuando me pilla me comenta que va demasiado lleno.
-Me parece que este año tampoco correré los 2kms de asfalto, le digo para desviar atención. Se ríe.
Caminamos juntos y el terreno vuelve a ponerse empinado. Me vuelvo a ir con un ritmo cómodo. Me voy girando pero se queda. Estiro la vista y veo al cuarto y quinto que ya salen del pueblo. Decido irme. Apretar y que pase lo que tenga que pasar.
En el flanqueo a San Román me concentro en un trote fresco y cómodo. Sube y baja. Sol y sombra. No miro atrás porque mi batalla estará en la bajada posterior hasta el pont de Gullerí. Bajada, como yo digo, de pasos de ballet. Pisas las piedras como queriendo que no se enteren, como sin querer tocarlas. A alguna le duele y se gira contra el tobillo. Golpea. Zetas criminales. Y al final 500m junto a un río con aguas bravas. Y el puente...puente a la última gran subida hasta Pic de l'Orri. 25' desde que pasó el primero. Me centro en MI subida. Repechos duros hasta Roní. Duros. Un trozo de pista en falso llano donde no consigo correr más de 100m seguidos. Y zona de bunquers entre pinos. Muchos pinos. Más zigzag todo, eso si, por la sombra. Ya no miro adelante. Miro mis pies. Acompaso bastones y respiración. Y tarareo algo varias veces: "Oh, oh, what a beatiful day". Bonito y largo.
Pero para largo el trozo de carretera hasta Hotel Port Ainé en cota2000. Nunca, nunca...por muchas veces que vaya disfrutaré en este trozo. Y os aseguro que las vistas a izquierda son espectaculares. El picar de los bastones en el afalto me chirría y el tacto del asfalto a través de las zapatillas molesta. Pero hay que seguir subiendo. Detrás nadie para...

En el hotel vuelvo a comer salado y recibir apoyo del bueno. Se esta bien allí pero salgo disparado hacia las antenas. Si. Paré poco. Pero esta vez fueron las ganas de acabar las que me empujaron arriba. Esta vez el repecho no engañaba. Se mostraba descarnado y vertical a los ojos. Lo que ves es lo que hay. Otra vez ritmo, ritmo...pero es inevitable parar un par de veces. Me giro. El paisaje es bonito...no viene nadie ;-)
Y dándolo casi todo lo que quedaba me presenté arriba, agotado pero conteto. Reventado pero satisfecho. Loco por empezar a bajar. Ganas de correr. Intentar correr. Pico el chip y para abajo. Pista de esquí primero. Pista de 4x4 después. Y entre medias de esta lo que yo llamo "trasbosque". Relajo la mente y concentro la vista en el terreno. Un cuadriceps va dando avisos pero ha llegado tarde. Ahora ya no te haré caso. Font de la Seu, Beraní y otra vez a correr junto al río. Me sale un poco más de 12h cuándo echo cuentas. Vuelvo a casa, vuelvo a Rialp. Cruzo el puente colgante de madera, que armoniza su vaivén con mi zancada, y me encuentro, en la recta de meta, con lo que más me apetecía ver. Sale a mi encuentro y me lleva hasta el reloj que marca 12h11'58'

Guiño un ojo (ahora lo he visto en la foto), miro las caras de todos, me alimento de ellas, chupo energía de todo el que se acerca. Abrazo, beso, comparto sudor y suciedad. Robo todo lo me dejan. Disfruto y, en algún momento, se me encoje todo. Unos segundos y puedo volver a hablar. Flojera del jabanlí !
El híbrido de jabanlí y koala funciona a la perfección. Y como el camino al podio no es ni mucho menos habitual, me hace ruborizar por unos segundos. Desde allá arriba se ve todo bien pero porque lo que hay abajo es de incalculable valor. Y yo soy más de los de abajo...  

->La vida y los ultras: quizás la vida sea como un ultra no muy bien marcado. Es en los cruces importantes donde necesitas ir con alguien para buscar juntos el camino correcto o perderse en compañía. Quizás el resto se ha de hacer a tu ritmo y disfrutar de momentos y ritmos compartidos. Quizás. O quizás valga más la pena en estos tramos adaptar ritmos y priorizar compañías. No lo se. Todo es quizás.
El año que viene volveré a Rialp a ver si lo descubro. Salud y montaña 
Gracias a www.eduardofrances.es y Roger Koala por la fotos 

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