sábado, 29 de junio de 2013

Andorra UT 'Mistic' (y III)

En Bordes de Envalira paramos, creía yo, más de la cuenta. ¿Lo necesitabamos? No lo sé. ¿Nos benefició? ¿Nos perjudicó? Tampoco lo se. Si de una cosa me "aprovecho" en esta vida es de esa opción de nunca saber si lo que descartamos es mejor o peor que lo elegimos. Dice Raül Koala que somos buena gente y, a la buena gente siempre le pasa lo mejor que le puede pasar. Amén. Además en este ultra que es la vida no hay oportunidad de vuelta atrás descosiendo el camino, cambiando de opción en el último cruce y yendo por el otro para luego comparar. Una suerte a mi forma de ver. Permitidme que cambio el arranque de la entrada:
En Bordes de Envalira paramos lo que teniamos que parar. Punto. Salimos bajando rumbo a Armiana, yo con la bendita ignorancia de no conocer lo que nos venía y Txomin sacándome de mi cómoda burbuja: "Entramos en el valle de Inclés por una lado, subiendo y bajando, y salimos por el otro, también subiendo y bajando. Vamos a hacer un poco de hamster pero metiendo desnivel". Atractivo no parecía, vaya. Me dió la sensación, como luego fue, que ahora le tocaba a él un mal ratillo. Y a mi devolverle la paciencia derrochada por él un rato antes, en las pistas de Pas de la Casa. Yo, encantado.
Y con desniveles de alrededor de 200-300 positivos que se dejarían correr -casi todo- en una situación más fresca pero no ahora, cumplimos con el dichoso tramite de dibujar la "V" tumbada de este precioso valle. Nos pasaron unos cuántos pero eso no importaba. Habían gestionado mejor sus fuerzas y aquí no gana el más rápido ni el más fuerte. Gana el que mejor se conoce a si mismo y sabe leer la montaña para adaptarse a ella.
Nosotros lo teniamos claro. Aguantar a este ritmo a que pasara el mal rato y luego dar lo que nos quedara, si es que nos quedaba algo. Pero...como duele caminar por un sendero que es perfectamente corrible si vas suelto.
Y pasó. Como pasa un mal trago de trabajo, como se acaba una mala racha de suerte, como se va una resaca o un dolor de cabeza. Pim·pam. Un poquito de trote en una bajada corta. Lo casi-alargas en un llano. Caminas en un repecho-de-mierda. Vuelves a trotar algo más alegre y te ves "vivillo". Por dentro te corre como un calambre y el 'control central' hace un repaso rápido de dolores y cansancios antes de dar la señal de "ADELANTE". Por fin abandonamos zona de turbulencias...
Diría que en el momento justo. Llegar con alegría al avituallamiento (gracias Albert!!) de a -15kms a meta. 5 de subida con 650+ hasta coll d'Arenas y resto de bajada. Si en algún momento se pasó por la cabeza que no veríamos arco de meta (qué nadie lo dijo pero creo que los dos lo pensamos) aquí ya matamos ese temor. La alegría volvió a las caras e incluso charlamos un rato durante los primeros repechos. Ritmo de subida cada uno el suyo y reagrupamiento arriba para bajar juntos. Me recordé de ese momento en las verbenas de algún pueblo donde quedaba claro que, vía libre a todos pero a las 5 en el coche para volver. Ojalá hubieramos cumplido en esos festejos tan bién como lo hicimos Txomín y yo :-)
La subida es tan dura como pelada y preciosa. Alta montaña. Clara y sincera nos mostraba todo lo que nos quedaba. Sin revirados ni bosques que camuflan duras zetas. Los corredores de delante dan la sensación de estar parados. Has de estar quieto, mirar y tomar alguna roca como referencia para ver que se mueven. Todos vamos cansados. Para eso hemos venido. Si aquí llegas fresco algo has hecho mal. Nosotros mantenemos un ritmillo decente que nos permite recortar algo pero no lo suficiente para avanzar corredores de la Mitic. Si alguno de la Ronda. En frecuentes giros de cabeza veo bien a Txomín. Cercano y con buena cara. Me alegro. El reagrupamiento será rápido cuándo toquemos collado.
De los 10 kms últimos de bajada no tego más recuerdo que decirle a mi compañero: "Avísame cuándo llevemos la mitad". Eterna espera hasta oirle decir: "Quedan cinco". Dejarse caer intentando alargar la zancada es todo lo que me queda dentro. Esquiva una rama. Salta una raíz. Esa piedra se mueve. A estas alturas nada se deja pasar y se avisa de todo. Pasamos unos cuántos guerreros de la Ronda y caemos hasta el fondo del valle casi a plomo. Podría ser que en algún momento tuviera ese extraño sentimiento de no querer que se acabe. Podría ser, pero no lo recuerdo. Los últimos 500m son de asfalto y nos parecen casí eternos. Las miradas cruzdas silenciosas, brillantes y complice lucen en nuestra cara. Se encoje el corazón y seguramente no sería fácil hablar sin quebrar un poco la voz. Un pequeño nudo agarrota la garganta y, si no lo reprimes, un par de tímidas lágrimas asoman a la mejilla salada por el sudor y enrojecida por tantas horas al aire y al sol. Salen y se secan al momento.
Y cuándo ves el arco de meta empiezas a oir voces familiares gritando tu nombre. Y, borroso, ves que alguien te aguanta un vaso de cerveza al otro lado del arco de meta. Dos lágrimas más salen y mueren jóvenes como las anteriores. Abrazos. Alegría. Los bidones chocan contra pechos ajenos y no dejan apretar del todo. Txomin ha sido un gran compañero de viaje. Los Koalas, los amigos andorranos, los vascos, los tallaferros...amortigüan un pequeño bache anímico tras el vacío que me viene después de acabar. Creo que lo he dado todo. Como intento hacer ahora en mi vida.


Salí de Ordino pensando que sería genial no tener que volver a encender el frontal. Y por media hora lo conseguimos. Si no me equivoco salieron unos 119-120 kms para unos 8.100+. Todo en 23h28'.
La vida, por suerte, dura mucho más pero estas carreras son pequeñas vidas de las que se aprende. El que quiere, claro.
Nos vemos pronto, amigos !!

jueves, 27 de junio de 2013

Andorra UT 'Mistic' (II)

La salida del avituallamiento del Pla de l'Estany va en paralelo a la entrada un buen rato. Solo separados por una cinta trotamos por nieve los que vienen y los que nos vamos pero es imposible reconocer a nadie con la luz de los frontales de cara. Me centro en no perder a Txomín y adapatarme a una bajada que no es de mi agrado. Una bajada como algunos momentos de la vida en los que todo va rápido, sin tiempo para nada y donde las cosas suceden y, bastante trabajo tienes con ir asimilando, sin poder influir en nada. Una bajada que pone de manifiesto que necesito un poco más de luz de la que llevo, como en este momento de mi vida. Intento buscar el "cobijo" de alguien con un frontal más potente y ayudarme de él. Pienso. Intento no caer.
El terreno vuelve a ponerse cuesta arriba pronto y de camino a los 2600m pasaremos por Arinsal. Esto quiere decir subida gorda. A mi me va bien. Los bastones comienzan a echar humo y los voy manejando alternados o a la vez para ir cambiando el gesto. Saliendo de un tramo de fuerte pendiente de bosque nos espera una gran luna sobre la montaña pelada que nos enseña el perfil de la subida que nos queda. Se forma un "cordón de perlas" con los frontales de los que van delante. No hay duda, vamos arriba del todo. Y suena una gaita. Si una gaita. Con su gaitero y todo. En la cima, como un espíritu, recibe a los que vamos llegando con el aliento entrecortado, la vista incrédula y el oido vago. Es la personalización de esos momentos increibles que tiene la vida en los que te encuentras algo que no esperas (que no son tantos como nos gustaría). Dan ganas de quedarse allí. Esos momentos de parar el tiempo. Pero lo que toca ahora es bajar de nuevo. Al coll de la Botella. Y rápido... Txomínnnnnn, dame luz !!! Vamos tan lanzados que nos pasamos el control unos metros y hemos de volver atrás. La noche esta preciosa y no es ningún castigo.

Cargamos bebida y comemos algo. Un precioso sendero entre arboles, bastante llano, juega a dibujar delante de nosotros falsas sombras y formas extrañas. Es la combinación de frontales, luz de luna entre las ramas y cierta velocidad de trote. Vamos camino del km casi 40 en La Margineda (primera base de vida) pasando una pequeña tachuela y una larga bajada bastante corredora. La cabeza iba más rápido que los pies y un análisis rápido (otro más) de los últimos meses de mi vida me vuelve a confirmar que, salvo pequeños errores, estoy contento con mi actitud. Quizás como en la bajada, podría haber apretado un poco más, pero siempre a riesgo de caer. La vida, como el terreno humedo en esta parte de la carrera, es resbaladiza muchas veces.
Alternando pista y sendero bajamos hasta el lado del río y trotamos ligeritos por un camino empedrado que, como a Dorothy en el Mago de Oz, nos lleva hasta la primera bolsa con ropa para cambiarnos (o no). En la Margineda nos dan las 4:00AM
Con las fuerzas recuperadas y calcetines secos salimos a por los 1500+ que nos esperan. Me apetecen. Y a la postre fue el rato más intimista de toda la carrera. Todavía con bastante fuerza y, ya solos el vasco y yo, me enfrenté amparado en el silencio tácito y mientras subía, a mis miedos, mis dudas, mis odios y mis 'amores'. Los intenté poner a todos en fila. Enfrentados unos a otros. Limpios de polvo y paja para mirarlos a los ojos y descartar lo que no aportara nada. Se me quedó corta la subida.... coll del Bou Mort.
Desde aquí y durante más de 8h no bajariamos de 2000m. Ahora había que gestionar la altura, que para alguien que entrena casi todo el rato por debajo de 1000m no es una tontería. Vigilar dolor de cabeza y sobre esfuerzos que luego se pagan. El perfil era atractivo: subir collado, bajar collado. Digamos 4 veces. Valles preciosos que si no te fijas parece calcado del anterior pero que, en detalle, no se parecen en nada. Ya viene el sol. Y con él día las fuerzas dan un primer aviso que se pueden acabar. Modo Regulando ON. Y enganchamos con los valientes que vienen de la Ronda dels Cims.

Podría mezclar nombres de collados, descripciones de subidas peladas y bajadas junto a ríos. Mi capacidad de retención orográfica no da para tanto. Recuerdo el control de l'Illa como un sitio idílico, un enclave de lujo con un refugio de los primeros a los que el sol da los buenos días. Lo que sería en la vida un fin de semana perfecto dentro de una semana redonda de trabajo. Para echar el ancla, vaya. Y recuerdo también el coll dels Isards porque allí esperaban los amigos Koalas. Animando en el último repecho y empujando en la bajada posterior por nieve. Bajada que nos llevaría a mi infierno del día. El mio y el de mucha gente: la subida+bajada desde Pas de la Casa por pista de esquí casi vertical. IN·FIER·NO. Traducido en una agónica subida de poste a poste del telearrastre y un dolor terrible de gemelos en la bajada. Eterno todo. Otra nueva subida a pistas, esta vez en zetas y, por fin bajada a la segunda base de vida: Bordes de Envalira, aprox km 80 y las 13:45. Una hora más de lo previsto por Txo(gar)min en La Margineda. No nos sobra nada. Nos falta mucho...

miércoles, 26 de junio de 2013

Andorra UT 'Mistic' (I)

Las crónicas que escribo crecen en mi cabeza a medida que avanza la prueba. Lo único que hago después es cocinarlas al punto de sal y pimienta. Los ingredientes los suelo ir echando en la mochila y cuando entro en meta ya los tengo. Esta no ha sido diferente pero ya desde el momento de inscribirme, por el momento personal en el que vivo, supe que tendría un alto componente intimista y místico. De ahí la licencia de jugar con su nombre en el título de la entrada.
Esta vez el relato va de dentro a afuera y ayudará -al que se deje- a conocer un poco más de mi y no mucho más las montañas andorras. Es lo que hay :-)


Salíamos a las 22:00h después de un largo viernes dentro de una larga semana en un interminable mes de junio. La noche más corta del año dicen. Para mi se presentaba enterna y con la cabeza bulliendo. Mi enemigo más importante ultimamente era el que me tenía que salvar. Yo mismo. ¿Lo conseguiría?
Mientras sonaba la batucada, los corredores vamos pasando nervisosos el control y todos hablan del nuevo recorrido. Modificación última durante el briefing hace unas horas.
Antes de la salida me encontré con Txomin (el año pasado hicimos juntos La Porta del Cel) y le pedí salir juntos y pasar al menos la noche en compañía. Aceptó. Entre el barullo y bajo fuegos artificiales saludé a un montón de amigos hasta dar con mi 'pareja'. Una vez localizado le avisé que estaba allí, esperamos la salida y ya no nos separamos más de 50 m. hasta la meta.
El petardo de salida puso en marcha todo un proceso que, para mi, aún ahora no ha terminado. Se salió rápido. Algunos nos quejabamos pero nadie aflojaba. Se corrió agusto a la luz de farolas un buen trozo de asfalto mientras ibamos montando los bastones. Una sonrisa nerviosa como la de la foto sujetaba dentro un carro de emociones que era lo que tenía que controlar para que no volcará cayéndome encima y, conducir hasta Ordino de nuevo. Me sentía como el conductor de una diligencia del far west iniciando un complicado viaje.

Y se acabó el cemento, y poco después se acabo el plano. Estupenda subida en zetas encontrando nuestro sitio en una fila estirada que se iba rompiendo y pegando en grupos de distintos tamaños. Ahora el frontal mostraba donde poner los pies y donde no tropezar. Parece algo que requiere atención pero, al poco rato se puede convertir en algo casí mecánico. Entonces puedes dedicarte a charlar o a tus pensamientos. Aprendes a reconocer al de delante por las tiras florescentes de la mochila o de las zapatillas. Al de atrás por los golpes de bastón. Y así vas tirando hacia arriba. No hablamos mucho más que para adelantar algún corredor. Volvemos a coincidir en que vamos 'algo fuerte' pero no aflojamos. Como si yendo rápido la noche fuera a durar menos. En mi cabeza, mis pensamientos chocaban también en una oscuridad extraña y casi perfecta. Estaban todos. Pesaban todos. Al final de la primera subida y camino del Pla de l'Estany tuve un par de tropezones pero aguanté el tipo y no toqué barro. Ni nieve. Porque antes de llegar al primer control ya pisabamos algo de nieve. No hacía frío. La noche estaba clara y yo me crecía para enfrentarme al enemigo. Comimos algo rápido y salimos al trote. Folguera y Mireia, que estaban allá me aconsejaron bajar el ritmo pero yo no le dije nada a Txomin.Quedaba más bajada y un buen 'pepino' con sorpresa incluida en la cima. La maquinaria interna se ponía en marcha a medida que el cuerpo iba también haciéndose al terreno, a la noche y al ritmo.


jueves, 13 de junio de 2013

Andorra UT Mitic (antes y después)

Hola de nuevo !
Por problemillas de wifi :-( no he podido ir escribiendo cuando tenía ganas, ni tenía ganas cuando tenía acceso. Y así vamos. Resumiendo rápido, rápido: me apunté a Andorra UT Mitic. Inicialmente (y parece que finalmente también) unos 112 kms y 9700 d+. Eso si, por causa de la nieve en las cumbres han modificado el recorrido y se hará en, ojo al concepto, 'menos altura'.
Eh, que a mi me va bien. Qué voy pelín corto de entrenos pero... hasta arriba de ilusión. Aunque como dice un amigo koala: la ilusión mueve montañas pero NO ayuda a subirlas NI a bajarlas.
Quedan 10 días con un fin de semana entre medias donde no habrá hueco para mucho. Quedan unos cuántos ratos de mirarse en el espejo y pensar en la (existente o no) cordura. Quedan unos cuántas charletas alrededor de este tema. Quedan ratos buenos y otros no tanto. Queda lo mejor. Sin duda.
Seguimos en marcha, seguimos vivos !!