martes, 17 de diciembre de 2013

La Ne[O.O]rural

Me despierto descolocado. Abro solo un ojo y pico la luz del reloj. Son las 4:42 de la mañana. Noto las piernas cansadas pero he de 'restaurar archivos' y encajar piezas: ¿dónde estoy? ¿qué día es? ¿por qué molestan los cuadriceps? ¿y ese sueño? Ay, ay, ay...a oscuras salgo de la habitación y camino sobre el frío suelo. Llego hasta la lavadora y abro la puerta. Miro dentro...si, allí están. No, no ha sido un sueño... :)

Domingo 8:56AM.
La salida de la Neorural me regala la compañía de Karim y mientras esperamos el momento de echar a correr charlamos un rato. Es un tío majo, de conversación fácil y sencilla. Como prolongación de su carácter, sus chanclas para correr. Por edad podría, incluso, ser mi hijo. Me intereso más por como esta él que por lo que lleva en los píes. Total, él va casi descalzo y yo con un gorro de duende en la cabeza. Cada loco con su tema...y siempre con algo que aprender de los demás. Y así habría estado, de charleta más rato si no hubiésemos tenido que ponernos al lío. Pam!
Salimos tranquilos. Esta vez si. Tanto que incluso tiro un rato del grupo. El callejeo por el pueblo es revirado y complicado. Hay que estar delante. Estoy deseando llegar al primer sendero de subida. Lo han cambiado y Piterpun me ha dicho que tiene telita. Pisteamos y tengo la sensación que no llega nunca...pero aparece y nos pone a todos en fila india. Ya no voy primero pero disfruto viendo a Karim sobre sus sandalias. Es ligero y sutil. Salta con frescura y, con desparpajo va estirando el grupo. Cuando comienzo a andar ya hay 3 entre él y yo. Volvemos a salir a un tramo de pista que me sirve de test para saber que he de aflojar. Tractores de esos...

No importa. Esta vez conozco el recorrido y me conozco a mi. Es fácil...hagamos encajar este sencillo puzzle de solo dos piezas. Por detrás se acerca Farreti Koala y otro chaval. Me cazan y me descuelgo a cola de los tres. Voy cómodo y aunque en las bajadas me aprietan, en las subidas les recupero. Y en esta carrera es lo que hay: subidas y bajadas. Así casi 25kms y casi 1.500m de desnivel positivo.
Mientras me cambiaba en el bar del pueblo pensaba en el mantra de hoy, "haz lo que quieras pero llega con munición a la torre de incendios"; ahora me lo repetía. Troto en subida, segundo de este minigrupo cuándo Farreti para a atarse una zapatilla. Avanzo y, confiado que me atrapará en la bajada próxima, yo tiro. Debía ser el km 5ypico. Ni a él ni al otro chico los volvería a ver hasta meta. Sin saberlo, por delante me esperaban bastantes kilómetros solo.
Comienza la última subida a la torre. Voy bien. Incluso punteo a buen ritmo falso llanos. Creo que poco a poco voy encontrando mi ritmo. No había calentado mucho antes de la salida y lo he pagado. Ahora, con casi una hora de carrera me empiezo a sentir dueño de lo que hago.
Cuándo el sendero que culmina arriba corta la pista veo a Karim que no debería estar allí. Parece que se ha perdido. Le pregunto, no nos entendemos y al llegar arriba veo que esta Santi y le aviso.
"Se ha perdido", dice. Y baja a buscarlo.
Yo, miro el reloj (1h09'aprox) y mientras bebo agua me hago un autocheck. Me encuentro bien, yendo a más. He cumplido. "Ahora bajar las viñas tranquilo y a darlo todo. Queda algo más de la mitad y parece que tengo una velocidad más", pienso.
Ni tengo ni pido referencias de los de delante. Cuándo acaba la pista de bajada me dicen 4º y a unos 4' de los de delante. Yo a lo mio...
...fuerte pero sin perder la sonrisa...ni el gorro (que se empeña en quedarse en las ramas enganchado).
Estoy contento. Igual que al principio pasé un rato malo ahora me veo bien. Pienso en los amigos que vienen por detrás. Cada uno con su lucha. Todo el cruce de mensajes de estos meses me viene a la cabeza y me hace sonreir mientras salto raices y esquivo zarzas. ¡ Qué fiesta de carrera !
Subir no cuesta más de lo justo. Es ese punto que te pides un punto más...y lo tienes. Bajando he de evitar distraerme. Paso por el tronco húmedo donde hace 15 días hicimos el numerito del salto acrobático. Todo esta lleno de recuerdos que me dan fuerza para apretar. Y cuando algo se afloja pienso en los Koalas esperando en las faldas (y con faldas) del Castillo de Sant Miquel.
Casi sin darme cuenta su ruido-musical me llega "borroso" y, al girar una curva veo el mosaico de colores de sus disfraces. Allí estará también Eva con su cámara de fotos. ¿Mejor fin de fiesta? Imposible.
En el mismo comienzo de la última subida están Santi y Rosa: "Último esfuerzo... y no te bebas la Volldamm arriba. Espera a meta y aprieta que tienes cerca al 3º"
Y llegando arriba veo el culo del tercero. Sonrío a mis amigos pero voy lanzado, les enseño el mensaje oculto y, justo al salir a la pista cazo al de delante.Y sigo. Si fuera en bici podríamos usar esa manida expresión de "ir sin cadena". A toda máquina......casi sin querer me encuentro con el segundo en una bajada delicadilla y le avanzo. No puede ser. Pero es. Y me alejo. Quiero llegar con margen a la bajada de asfalto. No me gusta ese trozo. No me gusta nada. Y es larga. Pero esta vez me gusta un poco más.
Miro atrás y la distancia me deja relajar la zancada. Vuelvo a pensar en todos los que se que se alegraran cuando sepan como ha ido. Son muchos, pero la bajada es larga y da tiempo. Va por vosotr@s. No cambiéis salvo que sea a peor...


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Yo avituallo, tú corres, el/ella corre...

Dos fines de semana seguidos avituallando. Me estoy convirtiendo en un "avitual" de estos menesteres :-)
Una carrera 'seria' -la marató del Montseny- y otra 'menos formal' -maratón pirata de Montserrat (by Koala's team)
Seguro que no es mucho pero creo que me da para, echando un poco de imaginación y algo de morro, sacar algunas conclusiones. Ahí van.
Avituallar ha de ser una fiesta. Una fiesta que comienza mucho antes de que llegue el primer corredor y que acaba un buen rato después que pasa el último. Es genial partir de una base de buen rollo entre los que nos juntamos alrededor de un montón de botellas y bolsas sobre unos tableros. Así es mucho más fácil darle a todo formato de parada y fonda para los corredores que llegarán en cualquier momento.
Y decir fiesta no ha de implicar nunca falta de atención al corredor. Creo que no me equivoco cuando digo que el corredor (y me centro en el grueso del grupo) no llega solo al puesto a pastar y abrevar. Y, desde el otro lado de la mesa tenemos que ofrecer algo más que una bandeja de plátanos, unos frutos secos o un vaso de isotónico o agua. Si los corredores llevan su nombre en el dorsal, ¿por qué no les voy a llamar por su nombre aunque no les conozca?, por ejemplo.
En poco rato el ambiente se llena de anécdotas de todo tipo que muestran corredores de paso y corredores de apalanque, familiares preocupados porque no llegan los suyos, apelotonamientos con codazos y ratos sin nadie, preguntas que no se entienden, chistes que nadie pilla, gente que solo puede señalar con el dedo y otros que no calla, artillería pesada de excusas y de alegrías, etc. Y alguno que echa el ancla !
El rato que están delante nuestro, y yo cuando corro lo busco, se ha de intentar establecer una mínima complicidad con el que va de corto. Si llueve, si hace sol, si mucho frío no se avitualla igual. Salvo que te limites a llenar bandejas y vasos. Estoy convencido que hasta los platanos y naranjas sientan mejor si se cortan con ánimo positivo.
Avituallemos ahora el ánimo: Explicar lo que le queda se puede hacer de muchas formas. Y hay que ser capaz de transmitir lo duro o lo blando del trozo que queda. Si no lo conoces, mejor pasapalabra. Podemos decir:
- Te quedan 12kms con 600+
ó
- Va, ánimo que es un tramo durillo de unos 12kms con un par de repechos que suman unos 600+. El terreno no es corrible pero andando a buen ritmo te lo haces. Aprieta lo que puedas después y a meta.
¿no?
En resumen, la oportunidad de estar en un avituallamiento nos ha de hacer mejores corredores. Y nos ha de devolver a casa satisfechos y contentos porque para mucha gente, ese día, podemos haber marcado la diferencia entre acabar diciendo que "carrera más guapa" o "vaya mierda", incluso para recorridos preciosos. Creedme.
Me veréis más veces, con rastas o sin ellas, al otro lado de la mesa...pero de momento creo que priorizo correr. De cualquier forma, nos vemos, siempre, en la montaña.




lunes, 4 de noviembre de 2013

Piedra, papel y...ojeras. Trencacims Paüls 50 kms y 3850+

Cuándo empecé a salir de fiesta, hace ya algunos fines de semana, el presupuesto estaba limitado a la paga que me daban en casa. Si eran 500 pesetas solían convertirse en 5 chupitos de 20 duros cada uno. Y con el cuerpo "arreglao" y la risa fácil buscar un sitio donde desplegar artes y oficios: baile, ligue, apalanque, chapa al amigo...lo que tocara. Si alguno ha pasado por aquí recordará que lo único igual entre chupitos era el vaso donde te lo servían. Lo demás cambiaba bastante. Y recuerdo especialmente el noble arte de apurarlos de un trago agarrándolos con pulgar e índice. Suave pero firme. Y al volcarlos en la boca y pasarlos garganta abajo quemaban como el infierno, abrían la compuerta del lacrimal y erizaban el pelo del cogote. Si, eran los mejores para lo que queríamos pero, jodo, que mal rato se pasaba hasta que todo volvía a su sitio.
Trencacims Paüls fue así. Yo necesitaba una carrera así. Que me dejara el cuerpo suave y me pusiera en mi sitio. Que me recolocara todo antes de llegar el invierno. Que de un golpe costará pero no se pudiera hacer de otra forma.
Yo, más o menos, se donde estoy, lo que entreno y lo que valgo. Se por lo que corro y cuando lo hago me gusta ser consciente de lo que apuro. Porque me gusta apurarme en carrera tanto como [no] hacerlo entrenando antes de unas cervezas. Escoger.
Un perfil dentado con mucho desnivel para pocos kilómetros era el terreno adecuado. Un buen cartel de corredores en la salida del que fallaron dos (al menos) que habrían estado delante mio. Un terreno desconocido y una semana de parón por un sustillo en la rodilla "menos buena". Chupitazo al canto !!
Se sale fuerte delante y se aguanta fuerte algo más atrás. Y en cuesta arriba. Uff, como me gusta salir subiendo...y como me gusta ver que el grupo se estira y que los buenos se van yendo sin despeinarse. Qué si coño, que mola ver que donde tu vas justo hay gente que va silbando. Esto son las carreras.
Enfrentando la primera subida y (creo) la más larga (unos 600+) que luego bajaremos casí íntegra antes de la meta con buen cuerpo y bastante concentrado me meto en un trío que no es el mio. O mejor, yo no soy el suyo. Y vamos alternandonos según el terreno nos viene mejor o peor. Piedra, mucha piedra. Piedras grandes, pequeñas. Grises, naranjas. Redonas, con aristas. Sueltas, bien clavadas. Rodeadas de hierba, ancladas en tierra. Amigas, enemigas. Esta sierra tiene mucha piedra. Y en contra de lo que me pensaba veo que cuando no subes o no bajas puedes correr. Si tienes piernas. Y eso es un peligro.Peligro de los gordos.¿Os imagináis que en lugar de 500 pelas mi padre me hubiera dado mil?
Y por suerte me dejan. No, no les dejo yo irse, son ellos a mi  (en la foto se ve clarito).
En mi soledad necesito un rincón tranquilo donde hacer una sentadilla. Pinchazos de bajada obligan.
Y llego como puedo a Sant Roc que parecía la mitad pero no lo era. Porque, ojo al dato, las carreras de montaña no tienen mitad. ¿Dónde es la mitad de esta? ¿km 25? ¿2000+? Ni esta ni ninguna tienen mitad, creedme.
Pués que llego a Sant Roc y me veo perfectamente reflejado en un comentario que me hace Assumpta de otro corredor. Y pienso que he de aguantar el chupito un poco más en la boca (truco usado por todos, ¿no?) antes de facturarlo al estómago. Qué si me lo trago ahora no llego a la discoteca ni de coña. Y salgo dignamente trotando por la pista pero en cuanto puedo aflojo, como, bebo, recupero...y otra vez busco un hueco detrás de un árbol. Me despisto y de salida de boxes me pierdo unos 5 minutos.
No me va mal porque me sirve para reencontrar compañeros para el siguiente trozo del serrucho. Iban un vasco, un catalán y un castellano corriendo por la montaña...(suena a chiste, ¿verdad?).
Pués a mi me dió la vida. Pero no duró mucho. El catalán se fue por fuerte, el vasco se quedó por cuadriceps y el castellano volvió a acuclillarse en una zeta del camino.
Y en la inquieta soledad que te dan llevar alguien cerca delante y alguien cerca detrás, me acomodé como pude en aquella sensación tan cabrona de ir con las fuerzas justas. Saqué petroleo de unos trozos de melón y de algún platano. Robé energía a los voluntarios de los avituallamientos y, empujado por la sonrisa del amigo Ramón Ferrer, encaré la parte final de la carrera.
Rediós !! Hasta ir cuesta abajo me costaba. Tenía que empujarme para bajar porque las fuerzas iban justas. Y justo cuando la vista parecía nublarse porque el sobreesfuerzo roza la pájara adiviné los cipreses del cementerio que daba entrada al pueblo de Paüls. Y noté, porque no lo ví, que pisaba cemento.
Y me sentí bien porque creo que es lo que toca cuándo queda un kilómetro para meta. Y no quise pensar porque supe no podría. Solo me preocupé de estirarme la camiseta por debajo de la cinta de la mochila. Un gesto que es casi automático y no exige apenas energía. Coji fuerte el tarjetón con las "X" de los controles y, al mirarlo, no recordé haber pasado por tantos sitios. Llegué justo. Llegué vacío. Ahora se, un poco mejor, donde estoy, donde es mi sitio en lo de correr por el monte.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Yo estuve en la primera de Comtes d'Erill

Las primeras veces. Ay, las primeras veces !! Tan malas unas y tan buenas otras. De todas te acuerdas. Y si además no eres tu el único de la pareja que se estrena todo es mucho más...¿atrayente? ¿misterioso? ¿improvisado? Lo que queráis añadir.
En un lado "de la cama" la primera edición de UT Comtes d'Erill con unos 80kms y raspando los 5.000+. Abajo veis que sus curvas daban vértigo pero creando una atracción brutal que exigía emplearse a fondo. Corronco, casí a la mitad y a algo más de 2.500 m. se llamaba su rincón más oculto, claro punto G a alcanzar en el día (aparte de meta). Merecía la pena hacer un esfuerzo.

Y al otro lado ya sabéis quien estaba...novato si;  porque desconocía la zona y nunca antes había corrido por El Pont de Suert. Para añadir emoción en el flirteo estrenaba unos bastones telescópicos que había comprado el día antes.
La salida fue tranquila pero al salir junto a los de la "corta" y que los 6 primeros kms fueran bastante planos hizo que el ritmo fuera in crescendo. Sin pensar mucho me di cuenta rápido que sería un día de pasar muchas horas solo. No problema. Rápido se fue por delante Jaume Folguera y, creo que por pereza mañanera ;-) me dejaron irme Xevi Guinovart y su compañero.
En la primera subida por una infinita pala de hierba tenía a igual distancia al primero que al tercero. Decidí dejarme de preocupar porque los repechos eran exigentes y mirar atrás me rompía el ritmo. Y en los juegos de pareja ya sabéis que el ritmo es básico, ¿no? Al que iba delante ni preocuparme. Sabía que si quería podía abrir gas y punto.

O sea, que me centré en "mi pareja" y, en la bajada al avituallamiento del 26 (creo), fui preparándome para el gran momento de dar la talla.
- No, el Corronco aún no se ve desde aquí. Me dijeron cuando pregunté
Y salí animado pero con respeto. Y creo que fue el gran acierto del día. Medir bien las subidas de hierba que tan bien esconden su desnivel. Falsos llanos que desembocan a repechos inhumanos con cintas bastante separadas. Unos 4kms de pistarraca. Bajada y subidón final. Daba la sensación que habían marcado de arriba a abajo (yo también lo haría) y al subir de abajo a arriba algunas quedaban "ocultas" en las ondas del terreno. Perderse imposible, hacer algún metro extra fácil. Erotismo: insinuar pero no enseñar del todo. Si !!
Y así, con calorcillo y en un paisaje impresionantemente pelado y montañero se subía hasta el Corronco. La última cresta era el premio a una conquista que iba por buen camino.
subida al Corronco (viniendo desde el valle del fondo)

La bajada desde aquí es, para alguien como yo, un infierno. Ni me lo paso bien (tampoco mal), ni me encuentro cómodo. Pero se ha de hacer. Y sin buscar al tercero detrás. Vez que me giro, hostión que me calzo. Habilidades grado máximo y seguridad en uno mismo se dice.
Sigo segundo y a lo lejisimos por delante siempre, veo a Jaume. Ahí esta bien :-)
La segunda parte de nuestra historia fue un tira y afloja. Un ahora me aprieto yo en esta subidita, ahora te dejas tu en esta bajada. Un circuito disfrutón con mucho contraste de paisajes, caminos y algo de pista. He de reconocer que después de cagarme en todo por unos 3kms de asfalto "gratuitos" me explicaron en meta que se había "desencintado" una zona por error y para evitar perdidas nos habían tirado carretera abajo. Como buen bocazas, cero problemas en desdecirme. Los caminos que bajaban al valle para luego subir a Perana (quizás yerre algún nombre, disculpad) era de aspecto mágico y una humedad y frescor muy bien venidos en esa hora del día. Desde allí el paisaje se volvía pedregoso y más seco, propio de zona de cañones y barrancos. Más bajada y más subida. Un perfil en el que me muevo cómodo pero que sirvió para que el tercero (que se debía mover mejor que yo) me echara mano en un avituallamiento.
- Yep, ha llegado el momento de darlo todo pensé. Aunque luego no te queden ganas de cenar.
Y salí rápido. Donde quedaba poco encontré un punto más de velocidad. Donde pensé ya está, releí todavía no. Y otra vez a mirar atrás. Y como si con la mirada le frenara conseguí llegar a avituallamiento de Viu y salir sin que él llegara. Si. Fue poco rato lo que paré, pero la idea era que no me viera otra vez. Y parece que funcionó.
Con la ilusión de la conquista casi hecha. Con los ojillos brillantes de 'un esfuerzo más y me la llevo'. Con las ganas de si has llegado hasta aquí ¿qué coños vas a hacer ahora? salí fuerte para subir el último repecho y bajarlo más suelto aún... tan suelto que rodé al tropezar con una raíz. Gemelo al cogote, un clásico.
Caído en el suelo me reconocí a mi mismo. Este si soy yo. Hoy todavía no me había caído y eso no pasa nunca. Ahora si. Ya esta todo. Acabemos pues la conquista.
Y el gemelo se quería subir de nuevo. Y se empezaba a hacer de noche. Y sabía que aún me quedaba un ratillo que sufrir por Rubén (venía detrás). Y me sentía afortunado por quedar detráss de Jaume. Por estar allí.. Y me reía solo. Mucho. Risa de barba sudada (asquerosita si). Y no quería que se acabase pero quería llegar. Buff. Como dicen en mi pueblo: "Sácamela más pa'dentro"
Y Meta.



miércoles, 16 de octubre de 2013

"No me busques que me encuentras".

Otra frase 'fusilada' del repertorio de mi madre (y, me imagino, del 99% de las madres).
Tengo ganas de escribir un rato sobre un tema que ahora está, diríamos, a la orden del día: el [noseporqué] requetebuscado límite. Todo desde el máximo respeto y como expresión de una opinión personal. Cada uno podemos tener la nuestra, ¿no?. Pués esta es la mía, basada en mi experiencia (ceñido única y exclusivamente al deporte, porque también le podéis tentar en el trabajo, las relaciones personales, etc).
Llevo unos cuántos años haciendo deporte con mejor o peor suerte. Con una evolución, asociada al aumento de la edad, hacia pruebas cada vez más largas Siempre intentando dar lo máximo pero sin poner en peligro conscientemente mi integridad. En estas pruebas, como en las borracheras, es muy fácil dejarse llevar y acabar tirado en un camino (o que dos amigos te tengan que llevar a casa). Para mi ambas cosas son el objetivo a evitar. Y para eso, vuelvo al deporte solo, debería de servirnos el entrenamiento.
Si, para mejorar también, esta claro. Pero sobre todo para conocernos, analizarnos y extrapolar sensaciones al día de la competición. El cuerpo habla. Pero hay que aprender a escucharlo. Y a veces hacerle caso. ¿Nos acercamos a ese límite dichoso muchas veces? ¿Hay un punto de no retorno? Si a las dos. O por lo menos yo. Me gusta flirtear, en determinadas ocasiones con esa sensación de ir a tope y saber que, un punto más y reviento. Escojo no pasar. Una copa más y al suelo. Pués no me la tomo.
Por supuesto, no hay ninguna necesidad de ni siquiera rozar ese punto. Pero tiene su gracia. Y existe. Claro que existe. Cada uno el suyo.
No es ninguna broma. Y en carrera cuenta todo lo que te rodea. Un médico que, por el motivo que sea, tarda en llegar 10' más de la cuenta te retira de por vida. Pensad que no todos tenemos alrededor un séquito pendiente de nosotros. De hecho casí ninguno.
Yo salgo cada día a entrenar con la idea de pegarle un empujón a ese límite y ponerle más alla. Trabajo duro (lo llevo haciendo durante años) para que los kilómetros que corro cada vez sean más o hacerlo más rápido. O con más desnivel. Pero también aprendo a ver donde he de aflojar para volver a casa cuando acabe o al trabajo el lunes siguiente. Porque también soy eso. Padre y currito. Y quiero ser abuelo.
No me enrollo más. No creo que nadie cambie de opinión pero yo necesitaba escribirlo. Se admiten opiniones y comentarios ilimitadas :-)

PD: Y para acabar de embarrarme solo me faltaría completar con algo en lo que ya no entraré: la responsabilidad irresponsable de aquellos a los que escucha mucha gente. Allá ellos. Los unos y los otros.


miércoles, 9 de octubre de 2013

Estrenando correr en 'casa'. TrailGredos 2013.

"Nunca olvides de dónde vienes. Es tan importante o más como saber adonde vas".
No es una frase de nadie famoso. Es mía. Y no es el resultado de un chispazo de lucidez. Es el resultado de llevar unos 26 años dando vueltas arriba y abajo sin perder de vista el origen del que salía. Gredos. El Barco de Avila.
Y aquí, gracias a Bea, Jesús y Davi volví una vez más de muchas, pero la primera para correr con dorsal y por el monte. Mi pasión. Gracias.
He escrito muchas crónicas. De todo tipo. De distintas disciplinas. Pero esta es la que más me ha costado. El factor emocional estaba presente en un alto porcentaje tanto por los que estaban como por los ausentes. Qué tu hermana te dé el dorsal, que la otra haga las fotos en meta, que corras con tu hermano y cuñado y, lo mejor de todo, que tus padres esperen en meta...menuda carita cuándo llegué. No se si erá de alegría por el buen puesto o porque ya estaba acabado todo. A parte, amigos por todas partes y terreno archiconocido. Y en mente los ausentes queridos.

La carrera como tal apenas tiene relevancia frente a esto. Hasta que la corneta de Julito (quinto del 72 como yo) da la salida. Ahora hay que batallar. Y se que son los jovenes los que van a apretar. No se lo voy a poner fácil. No aquí.
Se sale rápido y callejeamos por el pueblo rodeando el castillo. La charleta se entrecorta porque los de delante aprietan. Y antes de pisar camino de tierra ya hay un grupo de 3 que se alejan a buen ritmo. Detrás vamos unos cuántos más con ganas de seguirlos pero sin fuerzas. Solo Pepe sube un punto y se va con ellos. Yo me quedo con Davidiego. (creo que nunca había puesto tantos nombres en una crónica, disculpad los que no conzcáis a la gente).
Yo, íluso de mi, pienso que ya caerán en la primera subida. Nos vienen 600+ que no son moco de pavo. Comenzamos a picar en los repechos y andar algún trozo. A medio cortafuegos final me conformo con pillar a la mitad de los que van delante y en el alto de la torre forestal paso séptimo. Allí hay más gente del pueblo en el control y no puedo evitar interactuar algo. Hay niebla pero no creo que llueva. Hoy no.

Y lo que sube baja, y baja a saco hacia el precioso pueblo de Cardedal. Un bajadón-falso llano-bajadón me regala la entrada en el pueblo en quinta posición y encuentro a mi padre al lado del avituallamiento. Levanto la mano para que me reconozca (creo que no lo hizo), le guiño un ojo mientras bebo agua y levantando el pulgar mientras sonrío me pongo en marcha. Me alejo pensando qué estará pensando él. Qué cosas...
El trozo de pista en subida me devuelve otra vez a la torre de vigilancia de incendios y me afianza en mi puesto. Se que voy rozando el límite de tenar que dejar de trotar, pero mirar atrás y no ver a nadie en lugar de relajarme me anima. Y llegó arriba. Paro, hago giro de 360º y con la imagen de Gredos cubierta de nubes me tiró hacia bajo. Dirección al fondo de un valle donde está Hermosillo y donde empiezan los últimos 200+. El trote bajando es alegre pero veo al 4º y se que no le recorto. Eso es porque es mejor que yo, pienso. Aprieto. Y como si lo supiera creo que él también.


Al comenzar a subir creo que le voy recortando...y de pronto dejo de verle. Vaya ! Pregunto en el avituallamiento del colladito y me dicen que solo han pasado 3. Parece que se ha despistado...esto también es carrera.
Pués nada, ya solo queda bajar a tope y si alguno de los de delante se deja echarle el lazo. Muy contento voy. De los de delante dos deben ser sub25 y el otro alrededor de los 36. Y el cuarto el abuelete jajaja.
A todo lo que da el motor de un tractor bajo entre las encinas y por la pista. Miro atrás pero veo que que no viene nadie. Y de pronto me doy cuenta que ya se acaba. Que no queda nada. Coño, que corto es esto. Y empiezo a acumular información visual, de emociones, de sensaciones...todo lo que se deje. Piso y siento, Respiro y siento. Miro y siento. Sonrío y siento. Y así callejeo de nuevo y bajo por la calle Mayor para girar y entrar en un plaza que me ha visto de todas las edades, colores y sabores durante 41 años. Ahí es nada. La plaza de mi pueblo, la carrera de mi pueblo. Gracias !



 

 

jueves, 19 de septiembre de 2013

Apura la pata antes que la patata (Matxicots II)

Parada y fonda en cabanya de Caçadors. Toca sentarse y vaciar las piedrecillas con las que mis píes, desde dentro del calcetín eternamente húmedo, han ido flirteando los últimos kilómetros. Ahora te coloco delante, ahora entre los dedos...no molestes más de lo justo. Toca también comer algo sólido pués queda turrón aún y las horas de calor. Y todo aprovechando el ánimo de los que se acercan a preguntar que tal vas. Como discutidos, Marco y yo nos vamos de punta a punta de la sala pero estamos en comunicación visual todo el rato. Cocacola, macarrones, algo de fruta y hago ese gesto clásico de inclinar la cabeza hacia la puerta mumurando un "vamos, al tajo". Vamos segundo y tercero. El primero nos lleva casi media hora y acaba de entrar el cuarto. Aquí ya no hacemos nada...


La subida a Rodes es cabroncilla y es con la barriga llena. Ritmo. Ritmo. Ritmo. Pero veo que él mio es más rápido que el de Jordi Marco. No importa, hay que volver a ajustar la maquinaria del equipo. Yo no aflojo porque voy cómodo, pero tampoco aprieto. Mi compañero se queda y decido esperar arriba, en el pueblo.
En el plano trás la subida camino despacio y cuando me pilla me comenta que va demasiado lleno.
-Me parece que este año tampoco correré los 2kms de asfalto, le digo para desviar atención. Se ríe.
Caminamos juntos y el terreno vuelve a ponerse empinado. Me vuelvo a ir con un ritmo cómodo. Me voy girando pero se queda. Estiro la vista y veo al cuarto y quinto que ya salen del pueblo. Decido irme. Apretar y que pase lo que tenga que pasar.
En el flanqueo a San Román me concentro en un trote fresco y cómodo. Sube y baja. Sol y sombra. No miro atrás porque mi batalla estará en la bajada posterior hasta el pont de Gullerí. Bajada, como yo digo, de pasos de ballet. Pisas las piedras como queriendo que no se enteren, como sin querer tocarlas. A alguna le duele y se gira contra el tobillo. Golpea. Zetas criminales. Y al final 500m junto a un río con aguas bravas. Y el puente...puente a la última gran subida hasta Pic de l'Orri. 25' desde que pasó el primero. Me centro en MI subida. Repechos duros hasta Roní. Duros. Un trozo de pista en falso llano donde no consigo correr más de 100m seguidos. Y zona de bunquers entre pinos. Muchos pinos. Más zigzag todo, eso si, por la sombra. Ya no miro adelante. Miro mis pies. Acompaso bastones y respiración. Y tarareo algo varias veces: "Oh, oh, what a beatiful day". Bonito y largo.
Pero para largo el trozo de carretera hasta Hotel Port Ainé en cota2000. Nunca, nunca...por muchas veces que vaya disfrutaré en este trozo. Y os aseguro que las vistas a izquierda son espectaculares. El picar de los bastones en el afalto me chirría y el tacto del asfalto a través de las zapatillas molesta. Pero hay que seguir subiendo. Detrás nadie para...

En el hotel vuelvo a comer salado y recibir apoyo del bueno. Se esta bien allí pero salgo disparado hacia las antenas. Si. Paré poco. Pero esta vez fueron las ganas de acabar las que me empujaron arriba. Esta vez el repecho no engañaba. Se mostraba descarnado y vertical a los ojos. Lo que ves es lo que hay. Otra vez ritmo, ritmo...pero es inevitable parar un par de veces. Me giro. El paisaje es bonito...no viene nadie ;-)
Y dándolo casi todo lo que quedaba me presenté arriba, agotado pero conteto. Reventado pero satisfecho. Loco por empezar a bajar. Ganas de correr. Intentar correr. Pico el chip y para abajo. Pista de esquí primero. Pista de 4x4 después. Y entre medias de esta lo que yo llamo "trasbosque". Relajo la mente y concentro la vista en el terreno. Un cuadriceps va dando avisos pero ha llegado tarde. Ahora ya no te haré caso. Font de la Seu, Beraní y otra vez a correr junto al río. Me sale un poco más de 12h cuándo echo cuentas. Vuelvo a casa, vuelvo a Rialp. Cruzo el puente colgante de madera, que armoniza su vaivén con mi zancada, y me encuentro, en la recta de meta, con lo que más me apetecía ver. Sale a mi encuentro y me lleva hasta el reloj que marca 12h11'58'

Guiño un ojo (ahora lo he visto en la foto), miro las caras de todos, me alimento de ellas, chupo energía de todo el que se acerca. Abrazo, beso, comparto sudor y suciedad. Robo todo lo me dejan. Disfruto y, en algún momento, se me encoje todo. Unos segundos y puedo volver a hablar. Flojera del jabanlí !
El híbrido de jabanlí y koala funciona a la perfección. Y como el camino al podio no es ni mucho menos habitual, me hace ruborizar por unos segundos. Desde allá arriba se ve todo bien pero porque lo que hay abajo es de incalculable valor. Y yo soy más de los de abajo...  

->La vida y los ultras: quizás la vida sea como un ultra no muy bien marcado. Es en los cruces importantes donde necesitas ir con alguien para buscar juntos el camino correcto o perderse en compañía. Quizás el resto se ha de hacer a tu ritmo y disfrutar de momentos y ritmos compartidos. Quizás. O quizás valga más la pena en estos tramos adaptar ritmos y priorizar compañías. No lo se. Todo es quizás.
El año que viene volveré a Rialp a ver si lo descubro. Salud y montaña 
Gracias a www.eduardofrances.es y Roger Koala por la fotos 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Guardando pata, la faena bien se remata (Matxicots I)

Volver a Rialp es como volver a casa cuando vives fuera. Tienes sus cosas buenas y sus cosas menos buenas. Conocer un recorrido como el de Matxicots junta la peligrosa mezcla de saber que es impresionante de bonito pero también de duro. Aproximadamente 82kms y, en mi reloj, 5800+ son una buena carta de presentación y en la línea de salida sabes que haber acabado dos veces ya no te asegura volver a hacerlo. Pero tampoco puedes evitar volver...
A las 5:30 de la mañana y rodeado de amigos se dió la salida entre los nervios, risas y caras de dormidos de todos. El que más o el que menos venimos de unas vacaciones de perreo seguidas de una semana de trabajo que no acaba de dejar al cuerpo fino del todo. Pero no comemos de esto y venimos aquí a apretarnos para luego poder contarlo alrededor de una mesa llena de cervezas. ¿O no?
Chocamos manos o bastones, abrazos y miradas y, con la "encendida de frontales" recibimos la orden de salida.


En mi opinión se sale fuerte y se lo comento a Jordi Marco que trota a mi lado. Juntos nos dejamos caer hasta casi el puesto 10 porque no hay ninguna prisa da nada. Vamos hablando y dice que será mi sombra para evitar los excesos del año pasado en la primera subida al Montsent de Pallars. Me gusta la compañía.
Ya desde el principio vamos alternando trote y caminar. El cuerpo necesita ser frenado porque correría en repechos donde creo que es mejor no hacerlo. "Mi objetivo es correr este año los 2kms de asfalto antes del hotel de Port Ainé", le digo a Marco. E intuyo que sonríe.
Pasamos los primeros pueblos poniéndonos al día de nuestro año deportivo y haciendo alguna broma. Será una primera subida dura pero bonita, las luces del alba comienzan a mostrarnos un día precioso. Qué afortunados somos !!
En la pista que nos encamina al sendero de flanqueo por la izquierda apagamos frontales y nos colocamos en fila. Ahora solo escuchamos respirar. Entramos en el valle, cruzamos el regato a derechas y subimos la primera pala de hierba hacia coll de Triadors. Al llegar al punto de agua le digo a Marco que creo que ese es nuestro ritmo. Si lo mantenemos pasaremos a unos cuantos de los que van delante. Y no me equivoco. En el hombro de hierba nos acercamos a los de delante y en la subida dura a la canal del Montsent adelantamos a 3 más. En mi opinión no es importante ganar las posiciones tan pronto pero si lo es no perderlas. Me reafirmo en el error de dejarse arrastrar en una salida por corredores a los que no conoces. Viejo, no demonio. La canal al Montsent es de lo mejor de la carrera. Y si arriba estan unos cuántos amigos se te puede llegar a hacer hasta corta. Eran las 8:30 y allá arriba gente grita tu nombre. A todos lados picos y cordilleras en 360º. Por delante un día precioso por encima de una mar de niebla. Y los amigos dando el último empujón. ¿Quién se puede quejar de tener que subir hasta ahí? Yo no.

Y ahora el paso al Montorroio. Un poco de cresta (donde se ha caido y ha tenido que abandonar el que iba primero), bajada por piedra suelta en paisaje lunar, sube y baja donde no hay forma de pisar bien y repecho final. Si quiero llegar arriba. Pero quedarme allí. La bajada de después a Mainera es una tortura para los cuadriceps y para el sentido del equilibrio. Pero se ha de bajar y se baja.
Tengo hambre. No se. De pronto me ha venido hambre. Me caigo. Dos veces. Invento zetas donde no las hay para no resbalar en una hierba cubierta de rocío. A veces lo consigo. El culo para el resto. Es un buen rato antes de poder comer. Comer para luego trotar. Pistarraca. Buscas el lado más pegado a la montaña porque da la sombra y no hace frío. Volvemos a ponernos en paralelo y al acabar la pista enfilamos un nuevo trozo de bajada hacia Caregué. Poco a poco. Bastonazo a bastonazo. Vamos avanzando con el día.
La bajada me deja las piernas algo trinchadas y estoy deseando subir la sierra de Posa. Es un buen test para saber como llevas el examen final. Cuesta. Cuesta la cuesta. Deben ser unos 600+ con muy mala baba. Aquí se acuerda Marco que le pillé el año pasado después de que él me dejara en la primera subida. 

  Comentamos lo extraño que es que nadie de la maratón nos haya pillado. Lo hablamos y nos sonreímos. Que putas somos ! En la bajada a Caçadors ya podemos oler a las fans y los macarrones. Esta vez llegaremos juntos y saldremos juntos para Rodés...

lunes, 29 de julio de 2013

¿55kms con 4.000m+? Si, UT Catllaràs

La Pobla de Lillet, punto de salida de una carrera que nos deja claro-clarito (para el que lo quiera ver) que no hace falta diseñar grandes kilometradas para que un recorrido sea atractivo, duro y nos deje tan vacíos al acabar como seamos capaces de exprimirnos. Pero de circuitos (tamaños y durezas) podemos hablar otro día, si os parece.
Esta vez quiero utilizar el UT Catllaràs como excusa para, a medida que avanza el recorrido, comentar algo de las carreras en equipo. Entendiendo "algo" como lo que yo opino, que no cambió antes de la salida y después de la meta, pero ya con el pequeño grado que me dió la experiencia.
No debemos olvidar que yo me apunté como individual a la carrera. A los pocos días Sergi Cots tuvo el valor de proponer(me) hacer un equipo y...no me lo pensé mucho. En saraos con dorsal la experiencia reciente es que fuimos juntos 'porquesi' hasta su lesión en GRP 2012 -unas 12h-, en Barraques de Vinya le gané yo y en La Neorural él a mi :-)
Para mi salir con Sergi era un reto porque a veces entrenamos juntos y, cuando compite, sigo sus resultados. Se que a veces esta fuerte y otras muy fuerte, y de regalito baja mejor que yo. Ahora lo reconozco, nunca me habría atrevido a proponerselo pero...fue él.
Y de aquí a la salida. Yo con mis ideas claras, intuyendo que iban bastante en línea con las de Sergi: El ritmo del equipo es SIEMPRE el del más débil. Y en estas carreras da tiempo a flojear los dos. Si estas fuerte, te jodes y esperas. Si estas flojo, te jodes y aprietas. La cuerda del que va delante ha de ir tensa pero sin romperse. Y no hacer comba. Creo que es la forma de optimizar el resultado. No vamos a competir juntos para ir de charleta, pero si un rato hay que contar unos chistes o hablar de tías...se hace. Competimos para nosotros, por eso es importante hacerlo bien. Punto.
Y salimos ligeritos pero sin forzar. Delante hay galgos potentes (Miguel Heras, Jaume Folguera, Xavier Llamas, Marcel Batlle...) pero solo nos preocupa otro equipo al que no aguantamos el ritmo en la subida a Falgars. Ambos van oyendo música con cascos y comentamos extrañados como se entiende así ir en equipo. Pero rápido nos centramos en nosotros y cuadrar ritmos. La temperatura es buena y Sergi hace un pequeño resumen del recorrido -que él ya conoce-. En las dos primeras horas ya veo que la temporada tan buena (y larga) que lleva le puede pasar factura en forma de cansancio en las subidas y no le debo descuidar. Tenso un poco la cuerda. Aguanta como un toro. Mantengo la tensión y en las bajadas le dejo irse unos 25 m porque necesito ver bien donde piso bajando a su ritmo, un pelo más rápido que el mio. Ahora soy yo el que aguanto como puedo. Desde Falgars charlamos mientras cresteamos antes de bajar a Sant Julià de Cerdanyola. Avituallamiento km 13.
Otro punto clave de las carreras en equipo es los avituallamientos. Se ha de hablar. No cuesta nada, mejor antes de llegar que ya parados delante de la mesa, sin miedo a preguntar: ¿Oye, tienes mucha hambre? ¿Vas a coger agua solo o más? O comentar: Tengo una piedra en la zapatilla. Pararé para sacarla en el avituallamiento. COMUNICACIÓN. Qué el otro sepa lo que "le viene". No tenemos hambre al mismo tiempo, no necesitamos las mismas cosas ni el mismo tiempo para comer y/o beber. Me da igual lo que quieras hacer pero va bien saberlo.
Salimos a buen ritmo para pasar la chincheta de la Creueta y bajar a Malanyeu. Tramo que pasa rápido. El cuerpo ya ha entrado en calor y el cansancio no aparece. Temperatura ideal y sombra. Vamos haciendo la goma con otro corredor (Joseba) y con este entretenimiento pasan rápido los kilómetros. Nos vamos preparando para la primera de las dos subidas más largas del día.
Desde Malanyeu a El Graell de Pujals podrías pensar que elfos y duendes te observan. El entorno es mágico y trozos de bosque con cascadas de agua dan un ambiente de cuento de hadas a la carrera. Solo se rompe la magia cuando el equipo que va tercero nos pasa a buen ritmo. Y Joseba se va con ellos.
-"Tranquilo Sergi. Nosotros no somos de ir a buscar el podio. Cuando lo hemos tenido ha venido él a buscarnos a nosotros". Y Sergi se ríe. "Yo me doy cuenta que no estoy hecho de "madera de campeón" porque siempre me preocupa más que me enganche el que viene detrás que de pillar al de delante", remato -"Joder, igual que yo. Vaya par"
Y encumbrados ya a unos 1.600m nos tiramos para abajo a buscar La Nou y el Sobrepuny. A nuestro ritmo. Con nuestra cuerda tensa pero sin romperse. Una vez tenso yo, otra él.
Paradas a mear. Otro punto clave de las carreras en equipo. Yo creo que cada uno debe parar cuando le apetezca, no aguantarse. El otro no para, tira pero baja el ritmo. Así lo hicimos. Salió bien.
La subida a Sobrepuny a mi me encantó. Reconozco que es del tipo de subidas que mejor me va. Disfruté. Sergi apretó bien y aguantó un ritmo mantenido sin quejarse. Solo paramos a la mitad para charlar con Diego GR y hacer una foto, creo que representativa de lo que he escrito.


Superado el techo y con más de la mitad del desnivel en las piernas el coco de ambos manda apretar en la bajada para intentar recortar algo a los terceros. Una bajada dura pero preciosa junto a un riachuelo, con destrepes y resbalones entre arboles nos deja con Castell de l'Areny y uno de los componentes del equipo que nos pasó a la vista. Lleva la rodilla tocada y se retirará en el control. Otra vez segundos.
Contentos por el puesto recuperado y con el "soplo" que el equipo de delante no van juntos salimos con ganas para subir, ahora ya con calor hasta Sant Romà de la Clusa. Subida que se atraganta un poco por el calor y lo que llevamos ya. Paramos donde sopla algo de aire y bebemos agua cada poco para evitar calambres. Hemos bajado algo el ritmo pero aguantamos. Queremos correr al final.
Y salimos del refugio bien ensandiados y enmelonados. Hacia R. Ardericó. Gas!
Falso llano que pica hacia arriba. Sombra para apretar, sol para aflojar. Y bajada tiesa hasta el refugio. Allí nos avituallamos, sobre todo líquido y Sergi compra una cocacola. El olor a hierba quemada/fumada es acojonante :-) Nos cuentan que no hay ningún equipo como tal por delante. Parece que somos 'según el reglamento' los primeros. Alas en los pies para subir al Joc de Pilota. Alas que a veces se enganchan entre los arbustos y nos hacen ir lentos. Las horas y desnivel que llevamos no nos lo quita nadie. Se alivia algo al llegar arriba y encarar los 7 últimos kilómetros. A MUERTE !! Estos si son ratos de charleta y repaso de momentos. Esto si son ratos de sacar lo que te has guardado. Esto si son ratos de pensar en la cerveza de meta. Y esta vez en podio. Nos ha venido a buscar. Y para ponernos, en 7h56, en lo más alto...como EQUIPO.

martes, 23 de julio de 2013

Hay más Cadí que Cavalls del Vent (y II)

(disculpad el retraso, mi ordenador no tenía tantas ganas como yo de acabar)
...Vuelvo la vista, de reojo, como si no me importara, hacia la bajada al refugio de Prats de Aguiló y no veo a mi perseguidor. Sonrío y me alejo mientras oigo alguien que grita: "Dosifiiiiica" Si claro, si fuera tan fácil....
Se baja un rato por la pista, entras a la derecha por un atajo y vuelves a salir más abajo a la misma pista. Sigues y cruzas a la izquierda. Joder, que bien van las piernas, pienso. Las cuentas de la lechera me dejan hacia las 16:00 h en meta. Genial !!

Pero no tarda en caerse el cantaro al suelo, romperse y derramarse hasta la última gota de leche. En un sendero estrecho y revirado dejo de ver marcas. No pasa nada. Vuelvo a atrás. Encuentro la última y vuelvo. Mismo sitio, misma sensación de perdido. Iñaki (que no compite) aparece con su perra Boira riachuelo arriba.
- Eyyy, llevo un rato aquí perdido, me dice.
- Pués ya somos dos, contesto.
Y juntos intentamos encontrar el camino. Y en intento se queda.
A los 10' llega el 5º y luego el 6º y el 7º....y hasta el 9º que conoce el recorrido y nos saca de allí.
Han sido, para mi, unos 45' de hamster. La cabeza se resiente. Iba solo el 4º y ahora somos 6 tíos en fila que vuelven a seguir las marcas. O me voy o me hundo. La cabeza es así de cabrona. Y me intento ir en la bajada. La jugada no sale mal y al acabar la bajada, antes de subir a Estana estamos solos Toni Calderón (era el 5º) y yo. Y mientras comenzamos la subida me dice algo así (no lo recuerdo exacto):
- Y ahora ¿qué?
- Pués yo no me voy a intentar ir. Y si tu lo intentas haré lo posible porque no te vayas pero tengo el coco para llegar y poco más, contesto
- Pués vamos juntos, dice Toni
- Creo que es lo mejor.
Y así comienza la última parte de la carrera. De como de no conocer a alguien acabas la carrera con un nuevo amigo. Genial. Ritmos parecidos y que se complementan. Charlas las justas y necesarias. Conscientes los dos que sin habernos perdidos ahora la carrera sería otra...pero es la que es. Adelante juntos.
Y comienza la colección de subidas y bajadas, bajadas y subidas. Sol y sombra, sombra y sol. Calor y calor. Cava, Ansovell, coll de Avanses, coll de Lletó.
Momentos duros cuando el terreno invita a correr pero no se puede. Falsos llanos trotables con intentos que no pasan de los 100m. Repechos de risa que tensan los gemelos como si fueran verticales. Relevos del "equipo". Hoy yo subo más fino (se que Toni no es manco cuesta arriba) y tiro delante. Él es menos torpe bajando y buscando marcas y yo me limito a seguirle.
- Tengo sales si vienen calambres, dice.
-  Y yo agua de sobra si te quedas sin, contesto.
Y trás el último reagrupamiento del último repecho vemos ya la Seu. No esta cerca pero la vemos. Algo más de una hora calculamos.
Y casi dejándonos caer (poco más podemos hacer ya) nos lamentamos de habernos perdido otra vez más. Nos relajamos y hablamos de futuros proyectos, de amigos comunes, de carreras que uno conoce y el otro no. De cerveza. Bien fría !!
Casí sin darnos cuenta tocamos pista de cemento primero y asfalto después. Y la meta. Primero con la vista y luego pasando por debajo del arco de meta. Ahora sí. Nos hemos ido a 11h45' que, sin duda, podían haber sido peores.
Contentos, secos, satisfechos de haber levantado una moral arrastrada durante unos cuantos kilómetros. Felices. Otra más al saco. Y seguimos...

viernes, 19 de julio de 2013

Hay más Cadí que Cavalls del Vent (I)

Somos tan simples que muchas veces, como en el cuento de Las 7 cabritillas, viendo solo la pata enharinada del lobo por debajo de la puerta concluimos que es mama Cabra. Y, como todos sabéis, eso no es del todo cierto. Pués, a mi me ha pasado eso con el macizo del Cadí y la "patita" de Cavalls. Y, gracias al recorrido del UT Cadí, he descubierto una parte muchó mas 'montañera' de este macizo. Protagonista: la gran carena, de unos 15km y todo el rato alrededor de los 2.400m. Brutal !!


Pero todo comienza el día de antes, la tarde de otro viernes largo y nervioso, acabando de pulir detalles de lo que se acerca. Un viaje tranquilo con el amigo Jaume, los trastos de correr y un par de sacos de dormir. Desde Santpedor hasta La Seu el viaje pasa rápido y pronto estamos con los deberes hechos: recogido el dorsal, oido el briefing, probada la cerveza del pueblo y mirando al cielo cubierto para ir eligiendo sitio donde tirar el campamento.

Bolsa del corredor :-)
                          Hotel 5 estrellas y pico

La noche pasa rápido (mejor así porque no pegamos ojo) y a las 3 ya estamos yendo para el coche a ultimar detalles. Desayunar (por la hora que es, mejor recenar) arroz blanco con atún y huevo duro, beber un café y a la salida. Pam !! 5:00 AM
Me gustan esas carreras en las que parece que nadie quiere ponerse en primera fila, esos comienzos tranquilos en lo que nadie quiere tirar delante, esas salidas en las que la gente va de charleta. Me gustan, pero me dan mucho miedo....esta cumplía todos los requisitos.
Tiro delante sabiendo que no es mi sitio pero nadie quiere pasar. Pido relevo para el primer puesto porque no es ahí donde tengo que estar yo. Hay gente mucho mejor detrás que no se a que espera para tirar. Nerviosillo ! Cuándo el terreno empieza a picar para arriba me aparto y a la luz del frontal pasan dos: Guido y Xavi (1º y 3º en meta). Veeenga, alguno más que pase, pienso. Y a los 100m me adelanta Cuadrat (2º). No intento seguirlos porque se que no es mi guerra, pero mientras va amaneciendo y seguimos subiendo a Coll de Lletó 'mido' por su respiración, como el que me sigue se queda algo cuando aprieta la subida pero recupera cuándo es más plano. Lleva el frontal apagado (luego me enteré que le falló) y la luz que siempre es delatadora de como de cerca lo tienes, hoy no me sirve. Llevo un ritmo cómodo, estoy más o menos agusto, subimos, subimos y subimos hacia el Cap de la Fesa para comenzar la famosa carena. En el último avituallamiento suena un acordeón. Guardo el frontal, como y bebo, hablo con Mireia, miro atrás y sin rastro del quinto aprieto en la última pala bastante vertical y ya pelada de vegetación, antes de llegar a los 2422 m.

La carena es impresionante (la foto primera), parece no tener fin. Es dura de trotar pués tiene ligera caida a derecha y mucha piedra suelta. Además de larga acumula desnivel positivo, calculo algo más de 1.000m y en condiciones de mucho calor puede ser un infierno. Por eso, mientras el sol flirtea con las nubes, voy tirando a buen ritmo sin dejar de mirar atrás. La visión es amplia y de lejos observo que 5º y 6º van casi juntos pero calculo una renta de 10'. Nos vemos todos. Es vital mantener ese espacio. Aumentar si se puede. Y van pasando lo subeybajas a costa de ir dejando más fuerzas de las que tocan cada vezque tropiezas o casícaes. Y con la vista puesta en un punto indeterminado donde, más o menos, yo coloco Pas de Gossolans. Por tres veces me equivoco y las marcas me llevan hacia otro lado. Como para ir "al bulto"... En la última bajada a la cabaña de Cortils me giro y, viendo el resultado, me siento satisfecho del trabajo hecho frente a los que me siguen. Son las 9:15, repongo agua y afronto un último repecho para bajar luego a ref. Prats de Aguiló. De pronto, arriba del todo me viene a la mente el recuerdo de Teresa. Y no viene a cuento pero grito su nombre y se me encoge el corazón. Con la vista algo nublada y una fuerte presencia de color naranja en mi mente saludo al juez de FEDME en Pas de Gossolans y encaro la bajada al refugio. Son las 10:00h y, mientras pico algo salado charlo con el guarda y con la gente que esta allí. Creo que más o menos esto es la mitad (en tiempo) del ultratrail...

martes, 2 de julio de 2013

Raül Koala, el contador de Volls

La pimera vez que lo ví fue en la cena pre-Maratón Pirata de Montserrat 2011. Le regalaron unos calzoncillos y nos lo agradeció con una "luna llena" maravillosa...y bien peludita. Se le fue la mano con la ratafía y al día siguiente reventó dignamente como una rata, pero antes recortó todo lo que pudo y más. Eh, y sin complejos :-)
Volvamos al presente.
A pesar de lo que pueda parecer no hace tanto que conozco a Raül. Eso si, ha sido corto e intenso. Por eso creo que puedo permitirme el lujo de escribir algo sobre él aún a riesgo de equivocarme. A lo largo de los últimos meses hemos compartido algún entreno, ratos muertos, aventuras -como lo llama él-, birras, buffets libres y hasta cama (o sofá cama). Raül es un tío que, pienso yo, es sobre todo generoso y optimista. Pero...tiene una capacidad acojonante de liar al personal para que se embarquen en las historias más descabelladas. La piel de Koala le proporciona la coartada perfecta para enmascarar todo tipo de triquiñuelas y liadas y salir bienparado de CASI todas. La mayoría de las veces le agradeceras el empujón que te ha dado para hacer algo. Alguna que otra te cagarás en él. Seguro.
Contagia ganas de hacer cosas, despierta interés por actividades en las que ni te fijarías, ahuyenta el desánimo y el mal rollo. No, mejor aún. El mal rollo y el desánimo huyen de él como alma que lleva el diablo. Estar a su lado es como tener un amuleto de "todo incluido". Y, a pesar de todo, hay veces que lo matarías. Con cariño, eso si.
foto: campeón de mundo de Mallorca312 en tandem

En cuánto a mi experiencia personal puedo decir que él en primera persona (pero lo extiendo a unos cuántos Koalas más) se ha convertido en un re-dinamizador de mi vida. En un momento que no sabía muy bien que hacer, ha tirado fuerte de mi para recuperar las ganas de volver a remangarme, apretar los dientes y salir al barro. Mallorca 312 -premeditadísimo- y UT Mitic Andorra -casi por casualidad- son los dos ejemplos más claros. Si habéis leido el blog sabréis de que hablo.
 Y risa a risa, cerveza a cerveza, kilómetro a kilómetro y almohada a almohada se va forjando una buena relación de amistad , sin ningún compromiso pero pienso que con futuro. Hay muchas cosas en las que coincidimos, otras no tanto. Pero ya todos tenemos espolones como para resetearnos del todo ahora. La sensación es que nos complementamos y además aprovechamos eso. Somos la hostia, no? Bah !
Releo y veo que todo esta quedando muy serio. Y la vida no es eso, los ratos juntos con Raül tampoco. El Koalita te enseña que, si no vas a ser campeón del mundo -él lo es, mirad la foto-, una cerveza en un avituallamiento no es ningún pecado. Y luego ya subirás la cuesta o bajarás la trialera. Te enseña que si necesitas algo y, lo pides bien, no te vas a acabar lo que te den. Te enseña que si te piden, da para que no se les acabe lo que piden. Y te enseña muchas cosas más. Pero no todas se han de aprender... verdad Raül?
Y la frase que más me gusta de las que le he oido, ya escrita en la crónica de Andorra: "Somos buena gente. Y a la buena gente siempre le pasa lo mejor que le puede pasar". Esperemos que la primera afirmación sea cierta porque, si no, el resto se cae solo :-)
Y si Kilian quiere contar lagos, que los cuente. Nosotros contaremos birras, que eso no lo hace nadie...

Que n'aprenguin !!



sábado, 29 de junio de 2013

Andorra UT 'Mistic' (y III)

En Bordes de Envalira paramos, creía yo, más de la cuenta. ¿Lo necesitabamos? No lo sé. ¿Nos benefició? ¿Nos perjudicó? Tampoco lo se. Si de una cosa me "aprovecho" en esta vida es de esa opción de nunca saber si lo que descartamos es mejor o peor que lo elegimos. Dice Raül Koala que somos buena gente y, a la buena gente siempre le pasa lo mejor que le puede pasar. Amén. Además en este ultra que es la vida no hay oportunidad de vuelta atrás descosiendo el camino, cambiando de opción en el último cruce y yendo por el otro para luego comparar. Una suerte a mi forma de ver. Permitidme que cambio el arranque de la entrada:
En Bordes de Envalira paramos lo que teniamos que parar. Punto. Salimos bajando rumbo a Armiana, yo con la bendita ignorancia de no conocer lo que nos venía y Txomin sacándome de mi cómoda burbuja: "Entramos en el valle de Inclés por una lado, subiendo y bajando, y salimos por el otro, también subiendo y bajando. Vamos a hacer un poco de hamster pero metiendo desnivel". Atractivo no parecía, vaya. Me dió la sensación, como luego fue, que ahora le tocaba a él un mal ratillo. Y a mi devolverle la paciencia derrochada por él un rato antes, en las pistas de Pas de la Casa. Yo, encantado.
Y con desniveles de alrededor de 200-300 positivos que se dejarían correr -casi todo- en una situación más fresca pero no ahora, cumplimos con el dichoso tramite de dibujar la "V" tumbada de este precioso valle. Nos pasaron unos cuántos pero eso no importaba. Habían gestionado mejor sus fuerzas y aquí no gana el más rápido ni el más fuerte. Gana el que mejor se conoce a si mismo y sabe leer la montaña para adaptarse a ella.
Nosotros lo teniamos claro. Aguantar a este ritmo a que pasara el mal rato y luego dar lo que nos quedara, si es que nos quedaba algo. Pero...como duele caminar por un sendero que es perfectamente corrible si vas suelto.
Y pasó. Como pasa un mal trago de trabajo, como se acaba una mala racha de suerte, como se va una resaca o un dolor de cabeza. Pim·pam. Un poquito de trote en una bajada corta. Lo casi-alargas en un llano. Caminas en un repecho-de-mierda. Vuelves a trotar algo más alegre y te ves "vivillo". Por dentro te corre como un calambre y el 'control central' hace un repaso rápido de dolores y cansancios antes de dar la señal de "ADELANTE". Por fin abandonamos zona de turbulencias...
Diría que en el momento justo. Llegar con alegría al avituallamiento (gracias Albert!!) de a -15kms a meta. 5 de subida con 650+ hasta coll d'Arenas y resto de bajada. Si en algún momento se pasó por la cabeza que no veríamos arco de meta (qué nadie lo dijo pero creo que los dos lo pensamos) aquí ya matamos ese temor. La alegría volvió a las caras e incluso charlamos un rato durante los primeros repechos. Ritmo de subida cada uno el suyo y reagrupamiento arriba para bajar juntos. Me recordé de ese momento en las verbenas de algún pueblo donde quedaba claro que, vía libre a todos pero a las 5 en el coche para volver. Ojalá hubieramos cumplido en esos festejos tan bién como lo hicimos Txomín y yo :-)
La subida es tan dura como pelada y preciosa. Alta montaña. Clara y sincera nos mostraba todo lo que nos quedaba. Sin revirados ni bosques que camuflan duras zetas. Los corredores de delante dan la sensación de estar parados. Has de estar quieto, mirar y tomar alguna roca como referencia para ver que se mueven. Todos vamos cansados. Para eso hemos venido. Si aquí llegas fresco algo has hecho mal. Nosotros mantenemos un ritmillo decente que nos permite recortar algo pero no lo suficiente para avanzar corredores de la Mitic. Si alguno de la Ronda. En frecuentes giros de cabeza veo bien a Txomín. Cercano y con buena cara. Me alegro. El reagrupamiento será rápido cuándo toquemos collado.
De los 10 kms últimos de bajada no tego más recuerdo que decirle a mi compañero: "Avísame cuándo llevemos la mitad". Eterna espera hasta oirle decir: "Quedan cinco". Dejarse caer intentando alargar la zancada es todo lo que me queda dentro. Esquiva una rama. Salta una raíz. Esa piedra se mueve. A estas alturas nada se deja pasar y se avisa de todo. Pasamos unos cuántos guerreros de la Ronda y caemos hasta el fondo del valle casi a plomo. Podría ser que en algún momento tuviera ese extraño sentimiento de no querer que se acabe. Podría ser, pero no lo recuerdo. Los últimos 500m son de asfalto y nos parecen casí eternos. Las miradas cruzdas silenciosas, brillantes y complice lucen en nuestra cara. Se encoje el corazón y seguramente no sería fácil hablar sin quebrar un poco la voz. Un pequeño nudo agarrota la garganta y, si no lo reprimes, un par de tímidas lágrimas asoman a la mejilla salada por el sudor y enrojecida por tantas horas al aire y al sol. Salen y se secan al momento.
Y cuándo ves el arco de meta empiezas a oir voces familiares gritando tu nombre. Y, borroso, ves que alguien te aguanta un vaso de cerveza al otro lado del arco de meta. Dos lágrimas más salen y mueren jóvenes como las anteriores. Abrazos. Alegría. Los bidones chocan contra pechos ajenos y no dejan apretar del todo. Txomin ha sido un gran compañero de viaje. Los Koalas, los amigos andorranos, los vascos, los tallaferros...amortigüan un pequeño bache anímico tras el vacío que me viene después de acabar. Creo que lo he dado todo. Como intento hacer ahora en mi vida.


Salí de Ordino pensando que sería genial no tener que volver a encender el frontal. Y por media hora lo conseguimos. Si no me equivoco salieron unos 119-120 kms para unos 8.100+. Todo en 23h28'.
La vida, por suerte, dura mucho más pero estas carreras son pequeñas vidas de las que se aprende. El que quiere, claro.
Nos vemos pronto, amigos !!

jueves, 27 de junio de 2013

Andorra UT 'Mistic' (II)

La salida del avituallamiento del Pla de l'Estany va en paralelo a la entrada un buen rato. Solo separados por una cinta trotamos por nieve los que vienen y los que nos vamos pero es imposible reconocer a nadie con la luz de los frontales de cara. Me centro en no perder a Txomín y adapatarme a una bajada que no es de mi agrado. Una bajada como algunos momentos de la vida en los que todo va rápido, sin tiempo para nada y donde las cosas suceden y, bastante trabajo tienes con ir asimilando, sin poder influir en nada. Una bajada que pone de manifiesto que necesito un poco más de luz de la que llevo, como en este momento de mi vida. Intento buscar el "cobijo" de alguien con un frontal más potente y ayudarme de él. Pienso. Intento no caer.
El terreno vuelve a ponerse cuesta arriba pronto y de camino a los 2600m pasaremos por Arinsal. Esto quiere decir subida gorda. A mi me va bien. Los bastones comienzan a echar humo y los voy manejando alternados o a la vez para ir cambiando el gesto. Saliendo de un tramo de fuerte pendiente de bosque nos espera una gran luna sobre la montaña pelada que nos enseña el perfil de la subida que nos queda. Se forma un "cordón de perlas" con los frontales de los que van delante. No hay duda, vamos arriba del todo. Y suena una gaita. Si una gaita. Con su gaitero y todo. En la cima, como un espíritu, recibe a los que vamos llegando con el aliento entrecortado, la vista incrédula y el oido vago. Es la personalización de esos momentos increibles que tiene la vida en los que te encuentras algo que no esperas (que no son tantos como nos gustaría). Dan ganas de quedarse allí. Esos momentos de parar el tiempo. Pero lo que toca ahora es bajar de nuevo. Al coll de la Botella. Y rápido... Txomínnnnnn, dame luz !!! Vamos tan lanzados que nos pasamos el control unos metros y hemos de volver atrás. La noche esta preciosa y no es ningún castigo.

Cargamos bebida y comemos algo. Un precioso sendero entre arboles, bastante llano, juega a dibujar delante de nosotros falsas sombras y formas extrañas. Es la combinación de frontales, luz de luna entre las ramas y cierta velocidad de trote. Vamos camino del km casi 40 en La Margineda (primera base de vida) pasando una pequeña tachuela y una larga bajada bastante corredora. La cabeza iba más rápido que los pies y un análisis rápido (otro más) de los últimos meses de mi vida me vuelve a confirmar que, salvo pequeños errores, estoy contento con mi actitud. Quizás como en la bajada, podría haber apretado un poco más, pero siempre a riesgo de caer. La vida, como el terreno humedo en esta parte de la carrera, es resbaladiza muchas veces.
Alternando pista y sendero bajamos hasta el lado del río y trotamos ligeritos por un camino empedrado que, como a Dorothy en el Mago de Oz, nos lleva hasta la primera bolsa con ropa para cambiarnos (o no). En la Margineda nos dan las 4:00AM
Con las fuerzas recuperadas y calcetines secos salimos a por los 1500+ que nos esperan. Me apetecen. Y a la postre fue el rato más intimista de toda la carrera. Todavía con bastante fuerza y, ya solos el vasco y yo, me enfrenté amparado en el silencio tácito y mientras subía, a mis miedos, mis dudas, mis odios y mis 'amores'. Los intenté poner a todos en fila. Enfrentados unos a otros. Limpios de polvo y paja para mirarlos a los ojos y descartar lo que no aportara nada. Se me quedó corta la subida.... coll del Bou Mort.
Desde aquí y durante más de 8h no bajariamos de 2000m. Ahora había que gestionar la altura, que para alguien que entrena casi todo el rato por debajo de 1000m no es una tontería. Vigilar dolor de cabeza y sobre esfuerzos que luego se pagan. El perfil era atractivo: subir collado, bajar collado. Digamos 4 veces. Valles preciosos que si no te fijas parece calcado del anterior pero que, en detalle, no se parecen en nada. Ya viene el sol. Y con él día las fuerzas dan un primer aviso que se pueden acabar. Modo Regulando ON. Y enganchamos con los valientes que vienen de la Ronda dels Cims.

Podría mezclar nombres de collados, descripciones de subidas peladas y bajadas junto a ríos. Mi capacidad de retención orográfica no da para tanto. Recuerdo el control de l'Illa como un sitio idílico, un enclave de lujo con un refugio de los primeros a los que el sol da los buenos días. Lo que sería en la vida un fin de semana perfecto dentro de una semana redonda de trabajo. Para echar el ancla, vaya. Y recuerdo también el coll dels Isards porque allí esperaban los amigos Koalas. Animando en el último repecho y empujando en la bajada posterior por nieve. Bajada que nos llevaría a mi infierno del día. El mio y el de mucha gente: la subida+bajada desde Pas de la Casa por pista de esquí casi vertical. IN·FIER·NO. Traducido en una agónica subida de poste a poste del telearrastre y un dolor terrible de gemelos en la bajada. Eterno todo. Otra nueva subida a pistas, esta vez en zetas y, por fin bajada a la segunda base de vida: Bordes de Envalira, aprox km 80 y las 13:45. Una hora más de lo previsto por Txo(gar)min en La Margineda. No nos sobra nada. Nos falta mucho...